REALIDADES

Nos conocimos gracias a una ventanita.Acababa de abrirla, fue como una brisa fresca, que entró sin saber de donde venia.
Aprendimos a conocernos rápidamente, una amistad especial, comenzaba, era una dulzura que invadía la mente y momentos muy agradables llenaron un tiempo. Esta amistad que había descubierto, poco a poco se iba agarrando a mí.
Saboreaba cada palabra, cada frase que aparecía en la blanca pantalla. Los mensajes se cruzaban, me encantaba su sentido del humor, su agudeza, su perspicacia, su fina ironía y sobre todo la capacidad que tenía para leer entre líneas.
Era divertido, interesante y, una cordial “ entente” se estableció entre esas ventanitas.
Horas de confidencias, de interesantes conversaciones y de complicidad, tal un arco iris, daba todos los tonos de color a una comunicación distinta, especial y portadora de matices muy particulares.
Súbitamente ese sentimiento, también misterioso, que es la amistad se alejó, su comunicación, fue aletargándose, reducida a unas escuetas líneas dejadas sin vida y sin réplica. La REALIDAD, no es otra que, aquella que nos imponemos. Seguimos siendo, presos de costumbres, de deberes imaginarios y de obligaciones caducas.
El ser humano es imperfecto, pero no es totalmente malvado. Cada uno tiene su historia, su pequeño rincón negro, su sol sin brillo y sus duros combates.


Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,

y otra vez con el ala a sus cristales

jugando llamarán.