Lo primero que vi de Barcelona fue su infraestructura ferroviaria ….sorprendente? No tanto, llegué a Barcelona en tren , y aunque los problemas no habían empezado, como hemos visto en estos últimos meses, las obras para la llegada del AVE a la ciudad, sobre todo a la entrada de la estación de Sants estaban en pleno apogeo.
Cuando uno llega por primera vez a una gran ciudad, tiene como referencia los lugares más conocidos y vistos a través de los distintos medios visuales, pensamos en organizar la visita contando con el tiempo disponible, pero una vez en el sitio el tiempo vuela, no se puede ir corriendo por ver muchas cosas y además todo capta tu interés.
Barcelona me pareció una ciudad vibrante, llena de luz, espléndida, encantadora moderna , con un gran patrimonio arquitectónico y monumental, a la altura de cualquiera de las grandes ciudades europeas. Pasear por sus calles es por si solo un disfrute, y sobre todo, algo que a mí personalmente me gusta mucho, bañada por el mar.
Como turista que era, y por experiencia en otros viajes , me subí a un “Barcelona Bus Turístic “ en la Plaça d’Espanya, tres son los que hacen los recorridos por la ciudad, explicando la historia y recomendando los lugares a visitar. Esta plaza es la entrada al gran parque de Montjuïc, escenario de los Juegos Olímpicos de 1992.
La primera parada la hice en el Poble Espanyol, se trata de un recinto construido para la Exposición Internacional de 1929, reúne muestras arquitectónicas de diferentes pueblos de España. Para esta visita se necesitan varias horas, pasear por sus calles, por el Jardín de las Esculturas, visitar la Fundación Fran Daurel y hacer compras en los muchos talleres de artesanía donde se pueden adquirir piezas únicas, es algo que nadie debe dejar de ver.
Siguiendo con la visita llegamos al Museu Nacional d’ Art de Catalunya, podemos hacer un recorrido por casi mil años de arte ,y cerca de este, se encuentra el Museu Etnológic donde podremos conocer diversas culturas del mundo, muy interesante la visita a estos dos museos que deben figurar en el itinerario por lo importante de su exposición.
Parada obligada en la Fundació Joan Miró, el contenido es un pequeño universo cultural y el edificio que lo alberga es una construcción interesante, me gustó mucho!!!!
Paseo por el Passeig de Grácia, la originalidad está presente en toda la avenida y como atracción principal La Casa Milá, más conocida como “ La Pedrera” construida por Gaudí, allí está la exposición de la obra gaudiniana, hay que verla.
Siguiendo con Gaudí, me encontré con lo que podría ser algo parecido a lo que sintió Alicia en el país de las maravillas ¡El Parc Güell!
Entre la vegetación del parque, surgen fantásticas estructuras y edificios fascinantes, decorados con preciosas cerámicas de vivos colores que producen un efecto visual casi mágico. La vista sobre la ciudad desde la terraza es preciosa y durante unas horas, es posible olvidarse de lo cotidiano y disfrutar de toda esa belleza.
Entre la vegetación del parque, surgen fantásticas estructuras y edificios fascinantes, decorados con preciosas cerámicas de vivos colores que producen un efecto visual casi mágico. La vista sobre la ciudad desde la terraza es preciosa y durante unas horas, es posible olvidarse de lo cotidiano y disfrutar de toda esa belleza.
Es de visita obligada ir a ver la Sagrada Familia, pero en esta ocasión no tuve suerte, llegué tarde y no pude visitar el interior, pero si admirar el magnífico edificio símbolo de la arquitectura de Gaudí.
Son muchos los lugares que me quedaron por visitar pero no lo siento, ya que será una buena excusa para volver a una de las ciudades con más dinamismo y atractivo para los visitantes que he visto y que junto con sus gentes hacen inolvidable la visita.
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