Cada vez más, internet pone a nuestra disposición nuevas herramientas de comunicación. Estos instrumentos multiplican el número de personas con las que podemos establecer contacto y nos abren canales de comunicación ilimitados.
No obstante las relaciones que podemos establecer a través de este medio pueden dar lugar a nuevos desafíos. Conocemos a personas a través de diferentes vehículos, y las relaciones se desarrollan dentro de contextos inhabituales, nuestros sentimientos se tiñen de un color particular y adquieren formas sobredimensionadas.
Creo que esto se puede aplicar a cualquier forma de relación que surja dentro de las redes de internet.
Todos sabemos que la sinceridad es el centro del desarrollo de una verdadera intimidad. A partir de las confidencias, dejando ver lo que realmente somos y lo que nos llena, podemos acercarnos a los demás, obviamente es necesario que se hayan dado un cierto número de encuentros en los que se haya compartido experiencias vividas de nuestro pasado, de nuestro presente o también inmediatas, que dan lugar a que se creen lazos más intensos y fuertes, llegando a mostrar las emociones y reacciones a una persona que llega a ser importante aunque el medio sea algo especial.
Pero la interpretación de las situaciones puede dar lugar a decepciones, quizás por ideas contradictorias, por otros intereses, por estúpidas normas y también nos encontramos con el cinismo, disfrazado de buenas intenciones, de exagerada consideración y preocupación. Pero consciente de que el medio con sus cosas buenas y malas es volátil , vemos más allá de la máscara.
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