Hemos visto una Bridget con un físico más estilizado, pero igual de gafe. Una divertida y placentera comedia del mismo corte que las anteriores, particularmente me ha parecido la mejor de las tres.
Algunas escenas son tan imprevisibles como encantadoras, los actores estupendos. Renée Zellweger revitaliza al que es sin duda su mejor personaje, La nueva incorporación, Patrick Dempsey, está a la altura de las circunstancias y Emma Thompson, aunque hace un corto papel, aporta un sello de gran profesional.
La banda original, a tener en cuenta, compuesta por música popular es un atractivo más. El final de la película trae una portada que bien podría ser el comienzo de una cuarta entrega.
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