Cuando llegué a Galicia, fue como entrar en un oasis. Había salido de mi tierra, con una temperatura que muchos días superaba los 40º , además desde hace varios meses padecemos una sequía que hace que la poca flora existente esté seca y marchita.
Disfrutar de la exuberante vegetación, la agradable temperatura (20º-21º) y algunos días de la lluvia que lejos de molestar era bienvenida, fue un gozo para el cuerpo, los sentidos y la vista.
Siempre guardamos un recuerdo en particular de los lugares visitados, monumentos , edificios, detalles, algunos sin haber estado nos son familiares por las veces que hemos tenido ocasión de verlos en imágenes y no nos llaman tanto la atención, para mí , aparte de los impresionantes paisajes , Combarro ha sido uno de los lugares que más me ha sorprendido y gustado, es un pequeño naife en las preciosas tierras gallegas.
Cuando visitamos una ciudad grande, una capital de provincia, en mayor o menor cantidad, esperamos encontrar un patrimonio monumental y lugares de interés cultural, pero cuando llegué a Combarro y empezamos la visita , me encontré con una deliciosa sorpresa, todo el pueblo es un monumento!
Es normal que fuera declarado Conjunto de interés artístico y pintoresco. Es como si entraras en un pueblo mágico, en el cual parece que no han pasado los años, las casas están construidas sobre las rocas , son de reducido tamaño, sus calles estrechas y con desniveles muy pronunciados. Encontramos numerosos “cruceiros” situados en plazas y encrucijadas de caminos, según la creencia gallega , sirven para proteger de la Santa Compaña, la procesión de las almas en pena que se cree que aparece en las oscuras noches gallegas. Una de las construcciones típicas que nos encontramos en Galicia son los hórreos , pero en Combarro pudimos, contemplar construidos al borde del mar sus más de 30 hórreos
Es patente también que el turismo ha transformado en parte este tranquilo pueblo marinero. Algunas de las viejas casas se han transformado en bares o restaurantes , de esta manera ofrecen a los visitantes la oportunidad de saborear el marisco más fresco que se pueda encontrar y si es en una terraza con vistas al mar al placer gastronómico se une el encanto del lugar y se disfruta de unos deliciosos momentos.
PONTEVEDRA
Esta ciudad posee uno de los centros históricos más importantes de Galicia , es peatonal y resulta muy cómodo pasear por sus calles . En él encontramos muchas plazas donde queda presente su riqueza monumental. Pazos , iglesias conventos , casas tradicionales , cruceiros , se suceden esperando al ojo curioso del visitante. En el centro del casco antiguo se sitúa la plaza de España, donde se levanta el AyuntamientoFrente a él se encuentran suntuosas edificaciones civiles como la Diputación, y las ruinas medievales del convento de Santo Domingo que junto a cuatro edificios , que miran a la plaza de la Leña, forman parte del Museo Provincial de Pontevedra, uno de los más importantes de Galicia. Destaca de su colección un amplio muestrario de arte medieval y de pinturas españolas y europeas del s. XVI-XVIII, así como una selección de obras de artistas y arte popular gallego
Otros puntos de interés son el santuario de la Peregrina, que guarda la imagen de la patrona de la ciudad, es uno de los puntos de referencia para las devociones de los peregrinos y La Basílica de Santa María la Mayor es una de las joyas de la arquitectura gótica gallega. A la izquierda de la puerta sur se encuentra la escultura del Cristo del Buen Viaje, a quien acuden los devotos para que les conceda protección en los viajes que vayan a emprender.
Sanxenxo es un municipio situado en plenas rías baixas de la provincia de Pontevedra que puede además considerarse la localidad costera más turística de toda Galicia en rivalidad con otras zonas de las Rías Baixas como O Grove o Baiona. Su principal atractivo son sus 36 km de costa con algunas de las mejores playas de Galicia como la urbana de Silgar , además Sanxenxo puede presumir del mayor número de playas de bandera azul de Galicia.Este pueblo de origen marinero, al igual que muchos otros en toda nuestra geografía basa su expansión hacia el turismo, su puerto deportivo y su club náutico es un atractivo añadido. Lamentablemente el crecimiento urbanístico está destrozando la villa, peligra en la zona las arboledas y al contrario que ocurre en otro lugares hay pocos parque y espeacios verdes. Portonovo es la villa marinera y turística que constituye el principal núcleo urbano del muncipio de Sangenjo. Lo más destacado de lugar, meramente turístico son sus playas de arena blanca y fina que se encuentran a lo largo de la costa del perímetro urbano también es famoso por la marcha que hay en las noches estivales.
La visita a Vigo, fue pasada por agua, aún así, equipados con los chubasqueros y los paraguas no dejamos de visitar la ciudad más sureña de las Rías Baixas. la más poblada y poseedora de una economía diversificada vinculada al sector pesquero, a la industria y a los servicios y según los vigueses la ciudad gallega que trabaja, mientras que Santiago estudia, Pontevedra piensa y La Coruña se divierte.
El recorrido incluía la visita al museo municipal Quiñones de León, ubicado en el Parque de Castrelos. La construcción que alberga este museo es un pazo del siglo XVII muy reformado, en él se exponen las piezas más sobresalientes de las colecciones municipales de historia local, arte y arqueología. Está rodeado de un entorno precioso el que sobresalen unos bellos jardines de estilo francés e inglés.
Continuamos por el Barrio del Berbés, barrio tradicional de pescadores, contemplamos las plazuelas y soportales a los que antaño llegaba el mar y eran usados para la realización de los trabajos de la pesca. Desde ahí , por la Rúa da Ribeira llegamos al Casco Vello, es la zona antigua de Vigo. Encontramos la Concatedral de Santa María , el templo más popular de Vigo ya que acoge la imagen del Cristo da Victoria ,y otros edificios emblemáticos de la ciudad. Cerca se encuentra la famosa plaza y mercado de Pedra, una de las atracciones más típicas de Vigo. Esta zona es visita obligada, aunque se ve que está totalmente "preparada" para turistas, apenas unos metros llegamos a La calle de las Ostras, recibe este nombre la exposición y de este molusco, que es ofrecido en los numerosos puestos de dicha calle y , obviamente no se puede pasar sin degustar ese rico manjar con una copa de vino Albariño fresquito. Terminamos la visita en el puerto, pudimos ver atracado un trasatlántico el Queen Mary2, una pequeña ciudad flotante con capacidad para : 3090 pasajeros y 1253 tripulantes , una buena opción para viajar visitando lugares de interés.
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