Mi viaje al País Vasco , sólo incluía la visita a las tres capitales de provincia de la comunidad, aún siendo tan corto el recorrido , para una manchega acostumbrada a ver en su entorno tierra llana y seca, viajar a través del País Vasco fue una delicia, eso conlleva atravesar diversos puertos de montaña con un paisaje impresionante, con sierras surcadas de ríos, que ofrecen toda una paleta de verdes bellísimos, todo un paisaje, exuberante, fresco y maravilloso de la naturaleza .
Esta tierra , que posiblemente debido a su singular historia, ha sabido desde el misterio que envuelve sus orígenes hasta su conversión en una de las autonomías más desarrolladas de la península , formar el carácter particular de esta región. La riqueza de su cultura tradicional , sus instituciones de gobierno, su propia lengua probablemente la mas antigua del continente europeo, sus fiestas populares, sus deportes totalmente autóctonos, su cocina célebre por su calidad y variedad, su gran patrimonio cultural y monumental proporcionado por el paso del Camino de Santiago, forman un conjunto muy interesante para los visitantes.
DONOSTIA - SAN SEBASTIÁN
El trazado de San Sebastián está orientado hacia la bahía de la Concha. Para poder apreciarlo en toda su extensión subimos al Monte Igueldo, situado en uno de sus extremos, desde ahí se puede contemplar un espléndido panorama de la ciudad. A los pies del monte se encuentra “El peine de los vientos” es un conjunto de esculturas realizadas por el famoso artista Eduardo Chillida, es ahí donde empieza la playa de Ondarreta, cobijada entre espacios verdes y el Pico del loroA lo largo de la playa de la Concha la famosa barandilla junto con las elegantes farolas adorna el paseo, dándole un aire muy singular.
No es de extrañar que la reina María Cristina escogiese este lugar para edificar el palacio de Miramar, que era su residencia de verano, lo que propició el nacimiento del turismo en la ciudad. Esta ciudad no tiene mucho patrimonio monumental, a lo largo de la historia ha sufrido muchas catástrofes culminadas con un gran incendio que prácticamente asoló toda la ciudad y que gracias a la decisión de los vecinos fue reconstruida.
No es de extrañar que la reina María Cristina escogiese este lugar para edificar el palacio de Miramar, que era su residencia de verano, lo que propició el nacimiento del turismo en la ciudad. Esta ciudad no tiene mucho patrimonio monumental, a lo largo de la historia ha sufrido muchas catástrofes culminadas con un gran incendio que prácticamente asoló toda la ciudad y que gracias a la decisión de los vecinos fue reconstruida.
Algunos de los lugares que visité fueron los jardines de Alberdi Eder, presididos por el ayuntamiento, el puente de María Cristina, la plaza de la Constitución con sus balcones numerados pintados de blanco recuerdan que en un tiempo fue utilizada como plaza de toros, el hotel María Cristina seña de la belle époq ue donostiarra, el teatro María Eugenia considerado uno de los más importantes de España, el Palacio de Congresos y Auditorio Kursaal un complejo arquitectónico moderno. No podía faltar en el recorrido la visita a los populares bares de pintxos situados en la parte vieja, uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
Me quedé con una buena impresión de está ciudad, la describiría como la joya del País Vasco .
VITORIA - GASTEIZ
La primera ciudad visitada fue la capital de esta comunidad, Vitoria - Gasteiz, posiblemente esta sea la menos nacionalista de las tres provincias vascas , y por este motivo parece ser, se eligió como sede del gobierno vasco.
La capital vasca encierra una vieja ciudad medieval, con encantadores rincones, jardines y paseos flanqueados de árboles. Son muchos los espacios verdes y junto con un trazado urbano cuidado, las calles se funden armoniosamente con los palacios y las iglesias.
La plaza de la Virgen Blanca, es el centro neurálgico de la ciudad, en ella se alza el monumento que conmemora la batalla de Vitoria. Ahí mismo se encuentra la iglesia de San Miguel, donde se encuentra la Virgen Blanca, patrona de la ciudad.
En la parte más alta de la ciudad se alza la catedral de Santa María, un magnifico templo gótico, actualmente se encuentra en proceso de restauración, obras estas que tienen dividida a la opinión pública ya que muchos ciudadanos consideran que se está invirtiendo demasiado en esa reconstrucción. En el recorrido por sus calles nos encontramos con interesantes palacios, y admirables construcciones emblemáticas de la ciudad.
Me faltó ver bajando del cielo al Celedón con su paraguas, pero como este personaje sólo acude en fiestas a Vitoria, tuve que conformarme con ver su monumento en la balconada de la iglesia de San Miguel.
La capital vasca encierra una vieja ciudad medieval, con encantadores rincones, jardines y paseos flanqueados de árboles. Son muchos los espacios verdes y junto con un trazado urbano cuidado, las calles se funden armoniosamente con los palacios y las iglesias.
La plaza de la Virgen Blanca, es el centro neurálgico de la ciudad, en ella se alza el monumento que conmemora la batalla de Vitoria. Ahí mismo se encuentra la iglesia de San Miguel, donde se encuentra la Virgen Blanca, patrona de la ciudad.
En la parte más alta de la ciudad se alza la catedral de Santa María, un magnifico templo gótico, actualmente se encuentra en proceso de restauración, obras estas que tienen dividida a la opinión pública ya que muchos ciudadanos consideran que se está invirtiendo demasiado en esa reconstrucción. En el recorrido por sus calles nos encontramos con interesantes palacios, y admirables construcciones emblemáticas de la ciudad.
Me faltó ver bajando del cielo al Celedón con su paraguas, pero como este personaje sólo acude en fiestas a Vitoria, tuve que conformarme con ver su monumento en la balconada de la iglesia de San Miguel.
1 comentario:
Mujer viajera...
Apenas he pasado unas noches en esas tierras vascas (en Navarra he pasado más). Pero lo que sí es verdad es que tanto en su paisaje como en su gente (lo poco que conozco) son encantadores, como otros muchos territorios de dentro o de fuera de este país.
Dos anécdotas: una, la primera, en 1979, no pude pasar la fronntera camino de las galias por una operación peine en Oyarzun. La otra, más cómica, por mi ignorancia, claro. Una tasca en Vitoria, fiestas de la Virgen Blanca. Tablero verde escrito con tiza blanca y signos para mí desconocidos. Comento a mis acompañantes que qué tapas eran esas (en euskera) y se parten de risa. Eran los resultados de la liga local de fútbol. Claro, el deporte nunca fue lo mío...Pero sí he de decir que tanto tapas de Gasteiz. como pinchos a la orilla de La Concha, en Donosti, no necesitaban nombre.
Agur (sé poco más de esa legua tan antigua).
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