Antes de conocer Bilbao, la imagen que tenía de esa ciudad, era la de un lugar industrializado, con mucha contaminación y gris , aunque sabía que en los últimos años se estaba regenerando a nivel urbanístico y turístico con el fin de ofrecer una imagen más atractiva no esperaba encontrarme con una ciudad tan distinta a lo que imaginaba.
Se aprecia que es una ciudad en pleno desarrollo económico y social, de las tres ciudades vascas es sin duda la más interesante en todo su conjunto, rodeada por montañas, bosques, playas y acantilados ofrece a los visitantes una imagen muy seductora.
Al llegar a la ciudad hicimos un recorrido turístico en bus, fue un verdadero placer recorrerla. Por suerte ese día no llovía y Bilbao lucia limpio, ordenado, lleno de luz y de los colores que lo caracterizan rojo y blanco.
Al llegar a la ciudad hicimos un recorrido turístico en bus, fue un verdadero placer recorrerla. Por suerte ese día no llovía y Bilbao lucia limpio, ordenado, lleno de luz y de los colores que lo caracterizan rojo y blanco.
La prueba de la vitalidad arquitectónica, reside en las grandes obras relativamente recientes como el Palacio de Congresos y de la Música Euskalduna , las entradas al metro, de Norman Foster y el Museo Guggenheim, que se ha convertido en el motor cultural y turístico del País Vasco. Esta construcción espectacular, tanto en su diseño como en los materiales empleados en su construcción a base de paneles de titanio emulando un barco, es visita obligada, aún no siendo aficionados al arte moderno, por si sola ya es un arte.
En perfecta armonía encontramos distintos espacios en esta sorprendente ciudad, su Casco Viejo , declarado Monumento Histórico y Artístico alberga preciosos rincones y bellos emplazamientos culturales como el teatro Arriaga , la iglesia de San Nicolás, Nuestra sra. De Begoña y algunos más que no pude visitar. Siete calles forman el Bilbao viejo, entrañable, lleno de recuerdos históricos, y de aspecto pintoresco, es en esta zona donde encontramos los más famosos restaurante y, por supuesto, distintas zonas en las que disfrutar de los conocidos pintxos.
Un día en esta admirable ciudad no es suficiente para saborearla, quedan muchos lugares por visitar, inicie el recorrido y tendré que volver a terminarlo.