CAMBIOS EN LA ALIMENTACIÓN, RECOMENDACIÓN DE LA FAO









La FAO nos recomienda comer insectos, dicen que se trata de una cuestión de seguridad alimentaria, y animan a criar insectos a gran escala, ( puede ser interesante a nivel laboral, pensemos en un nuevo negocio de producción)   lo presentan como un alimento muy nutritivo, barato y  ecológico. Hay mucha variedad de gustos y formas, se conocen unas 1400 especies de insectos que pueden ser consumidos por el ser humano, son una fuente rica en proteínas y minerales, base para el buen funcionamiento del cuerpo,  ha asegurado en su informe  la directora de políticas económicas de los bosques de la FAO. Hemos de pensar que para poder transmitir esos conocimientos gastronómicos habrá tenido que probar algún platito con esos ingredientes.

La producción de insectos tiene un bajo impacto en el  medio  ambiente, al contrario de la de animales, que emiten gran cantidad de gases considerados como una causa predominante del cambio climático.
Ofrecen mas seguridad en la alimentación, transmiten menos enfermedades al hombre comparado con la carne tradicional.

Cierto es que el consumo de insectos, está muy extendido en las culturas de algunas regiones de África, Asia, América Latina y parece que en Europa empiezan a ser consumidos,  hace unos años pensar en comer  sushi o sashimi , resultaba para muchas personas impensable y hoy en día esos paladares recelosos se han acostumbrado al sabor y hasta lo veneran.

Tendremos que ir pensando en una tortilla de grillos verdes, un arroz con saltamontes, gusanitos rebozados, hormigas culonas a la plancha, pastel de insectos (grillos, saltamontes, abejas, hormigas), larvas y crisálidas bañadas en chocolate…..y cuando vayamos por la calle, nada de espantar moscas y mosquitos  , la boca abierta y que entren frescos sin pasar por el matadero.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues nada... a comer cucarachas, escorpiones, orugas,rajoises y demás malos bichos. Y de postre un plato de mosquitos.

Mª Dolores dijo...

No les llames malos bichos, se espera que alimenten a millones de hambrientos, aunque resulta paradójico que haya miles de toneladas de alimentos excedentes que se destruyen en vez de ser aprovechados.
Por cierto esos mosquitos aderezados con azúcar glass y los de razas desconocidas mejor no probarlos, el nombre de algunos ya produce nauseas.