OLITE
La información que tenía de Olite, era escasa, apenas una referencia sobre su palacio, por ser una pequeña ciudad con gran importancia en la edad media que ocupó un lugar especial en la historia de Navarra.
Llegando lo primero que se divisa es la silueta de su castillo-palacio que domina la ciudad.
Iniciamos la visita con un recorrido por sus estrechas calles, paseando al abrigo de nobles caserones de piedra con escudos de armas y grandiosos aleros de madera. Llegamos a la plaza de Carlos ll, en el extremo occidental se encuentra el Ayuntamiento, tiene una cierta semejanza con la imagen de las grandes mansiones nobiliarias. Continuando con el paseo, ya que el ambiente requiere no ir deprisa, llegamos a la Iglesia de Santa María La Real: Iglesia gótica en la que destaca su exuberante portada de gran riqueza iconográfica y un magnífico retablo mayor renacentista.
Pasamos por una de las calles más bonitas de Olite, la Rúa San Francisco, las fachadas de las casas recubiertas de piedra y sus ventanas con pequeños balcones adornados con flores ofrecen una visión placentera. Cerca se encuentra la Iglesia de San Pedro Apóstol: Espléndida construcción de estilo románico. Llama la atención su claustro románico y la esbelta torre gótica.
Se conservan un buen número de murallas, unas de época romana, otras medievales.
Sin duda uno de los atractivos es el llamado Palacio Real, uno espera encontrar la típica construcción de los palacios, un edificio lujoso, una construcción con carácter cortesano, donde los aspectos residenciales prevalecen sobre los militares pero, fue una sorpresa encontrar una construcción que bien podía ser el castillo que tantas veces ha ilustrado los cuentos de las princesas, durmientes o velantes en espera de su príncipe azul.
Su núcleo principal acoge las cámaras del Rey y de la Reina y diversas galerías. Cuenta también con varios patios, como “la Pajarera” y “la Morera”, y varias torres, como la “Torre del Homenaje” o la “Torre de las Tres Coronas”.
El conjunto formado por sus estancias, jardines y fosos, rodeados por las altas murallas y rematados por las numerosas torres, le confieren una espectacular y mágica silueta. Forma un conjunto muy complejo de estancias y patios, se rodea de altas murallas irregulares. Como edificaciones, dentro del conjunto destacan: el Palacio Viejo, la Capilla de San Jorge y el Palacio Nuevo los jardines interiores, eran jardines colgantes: Fue uno de los palacios más lujosos de Europa y en la actualidad es uno de los conjuntos palaciegos más impresionantes que se pueden contemplar
Al pasear por sus torres y murallas, imaginamos una época de torneos, reyes y princesas, magos y juglares, halconeros y arqueros, que formaron parte de un periodo rico en contrastes.